Como está Cataluña
Hoy quiero hacer una reflexión sobre la situación que tenemos en estos momentos en Cataluña. Primero tenemos que empezar a pensar … ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
En Cataluña siempre han habido independentistas, gente que se sentía catalana y no española, aunque no era muchos, no eran mayoría, pero ahora a esta gente se le añade la indignación que sufrimos tanto españoles como catalanes al ver como los culpables de la crisis se van a casa con indemnizaciones mejorarías .
Además, siempre que ha gobernado el PP en España el independentismo ha subido como la espuma. Recuerdo que con ocho de gobierno de José Maria Aznar, ERC (el partido independentista de toda la vida) pasó al Congreso del diputados de tener un diputado a tener ocho, mientras que en Cataluña pasó de ser un partido que no pintaba nada a tener la llave de la Generalitat.
El motivo es bien simple, el PP sabe que en Cataluña no se comerá nada, mientras que la catalanofobia le da muchos votos en el resto del estado.
El tiempo de Zapatero podría haber sido más tranquilo si no fuera por la aprobación del Estatuto de autonomía. Muchos catalanes recordamos al señor Mariano Rajoy pidiendo hacer boicot a los productos catalanes. Después vino el señor Alfonso Guerra diciendo:
— «Nos vamos a cepillar el Estatuto de Cataluña».
Y el Tribunal Constitucional se cargó el Estatuto que habíamos votado los catalanes mientras que dejó otros estatutos con los mismos artículos como el de Andalucía. Fue entonces cuando el PP encontró un filón para pisar la soberanía catalana. Al Estatuto, se le añadió la ley 24/2015 (La ILP de la PAH), prohibir «las corridas de toros» que están prohibidos en Canarias y no pasa nada, y un largo etcétera.
Fue entonces cuando Convergencia decidió hacerse independentista, seguramente por no quedarse fuera de la Generalitat. Gracias a ello, los independentistas fueron mayoría en el parlamento y la cosa se puso muy seria.
El PP continuó con su estrategia de humillar a Cataluña que tan buenos resultados le da en el resto de España y yendo reduciendo las inversiones en Cataluña, lo que provocó el aumento de independentistas.
Se hizo la consulta del 9-N donde salió una mayoría por la independencia. Lógico teniendo en cuenta que los partidarios del NO se quedaron en casa.
Entonces propusieron hacer nuevas elecciones (no entiendo porqué) y decidieron ir juntos Convergencia y ERC en una lista que llamaron «Junts pel sí» ·
Esto fue un intento de Convergencia de mantenerse en el poder ya que las encuestas daban mayoría a ERC. De esta manera tanto la derecha catalana como la española se mantenían en el poder gracias al tema de la independencia. El problema es que «Junts pel sí» no sacó la mayoría que necesitaban para iniciar el proceso hacia la independencia en 18 meses como tenían en su programa. Ni siquiera llegaron a tener mayoría absoluta. Entonces tuvieron un problema, si reconocían que no tenían mayoría deberían haber deshecho la coalición y volver a hacer elecciones pero entonces Convergencia habría perdido las elecciones, en un intento de mantenerse en el poder pactaron con el otro partido indepe: La CUP.
Los anticapitalistas decidieron mantener al poder a la burguesía catalana sólo con la condición de que se hiciera la independencia. Esto dejó a Puigdemont en un callejón con una única salida: La independencia.
Después de dos años esperpénticos de peleas entre burgueses y anticapitalistas decidieron hacer un referéndum, supongo que no se sentían legitimados con la mayoría que tienen en el Parlamento. Aunque era un simple trámite ya que también aprobaron las leyes de desconexión.
El PP enseguida se puso manos a la obra y ordenó al Tribunal Constitucional que suspendiera la ley del referéndum al día siguiente, cuando el tiempo que tarda normalmente son dos o tres años en hacer una sentencia así ¡Perdón! Que no hay ninguna sentencia del TC sólo la suspensión cautelar. Según la cual, no se puede hacer propaganda ni trabajar por el referéndum mientras no haya una sentencia.
Con la excusa de esta suspensión el Fiscal del Estado ha enviado la Guardia Civil a detener actos públicos que hablaban del referéndum, a requisar papeletas e incluso, entrar en las sedes de partidos políticos sin orden judicial.
Todo esto fue echar más gasolina al fuego y provocó que el domingo la gente, no sólo fuera a votar si no que se movilizara para defender las urnas a pesar de las imágenes que todo el mundo vio de policías vapuleando pacificas ciudadanas y requisando urnas. Esto fue añadir más indignación y movilizó mucha más gente. Llegando a un punto donde difícilmente podrán pararlo.
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