El otro día una amiga me preguntaba por el personaje de Vicky.

Vicky es una chica rusa a la que la vida ha tratado francamente mal.

De hecho, los problemas que pasan los protagonistas parecen menores al lado de los que padece esta chica. Pero se la ve risueña. Apareció por casualidad, se escapa del burdel donde trabaja y Ulises la recoge y se la lleva a casa.

Al principio, era un personaje secundario que no sé ni porque lo puse. Quizás porque no quise que el protagonista viviera solo.

Sin embargo, fue un personaje que fue cogiendo fuerza durante el relato hasta convertirse en imprescindible.

Sin ella, lo hubieran tenido difícil para acabar con la mafia. Por eso intenté buscarle un final feliz, pensé que lo merecía después de todas las perrerías que la mafia le había hecho.

Pero era complicado, después de lo que había hecho, no podía regresar a casa. Por eso preferí que no tuviera familia. Todos sabemos que esas mafias se vengan en las mafias de origen. Lo cuál hacía que su vida fuera todavía más triste.

Tampoco me pareció correcto emparejarla con Ulises. Quizás era el final más esperado pero no me pareció correcto. Su relación es de agradecimiento nunca hubo «química» entre ellos.

Pensé que merecía un amor de verdad, que tenía derecho a una historia de amor verdadero, aunque sí Eugenia, tendrá que ser en la segunda parte.

#Elbarriodelossueñosrotos

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